16. RIESGO DE EXPOSICIÓN A CONTAMINANTES BIOLÓGICOS

Los riesgos biológicos que pueden darse en hospitales y otros centros sanitarios son las infecciones producidas por agentes biológicos patógenos.

Las infecciones se pueden producir por vía digestiva (consumo de comidas, bebidas o tabaco contaminados durante el trabajo, etc. ) por vía respiratoria, por contacto dérmico (a través de la piel o mucosas) y por vía parenteral (a través de heridas). Las situaciones de riesgo más comunes en hospitales son aquellas en las que durante la manipulación y cura de enfermos, etc. se está en contacto a través de vendajes, instrumental, ropa, etc. con líquidos corporales, secreciones, sangre y sus derivados.

Las causas de exposición a contaminantes biológicos pueden ser, entre otras, la falta de orden y limpieza (agujas y material abandonado), no respetar los procedimientos de trabajo en tareas de inyección, encapsulado de agujas, sutura, recogida de basuras y
material usado, salpicaduras o derrames de agitación de líquidos o de cultivos, la centrifugación, apertura de contenedores a diferente presión de la atmosférica, etc.

Como en el caso del riesgo por contaminantes químicos, el sistema de ventilación de los centros sanitarios puede ser a la vez un foco de origen y un canal de transmisión del riesgo de contaminación biológica. Un caso característico es el de la legionella pneumophila y algunos hongos patógenos (aspergillus, etc.).

Las consecuencias o daños de la exposición a agentes biológicos son las enfermedades infecciosas que pueden ser oculares (mś frecuentes en personal de quirófano) infecciones cutáneas, enfermedades parasitarias, etc.

Las infecciones hospitalarias pueden ser de naturaleza vírica o bacteriana. Algunos ejemplos de enfermedades son las hepatitis A, B, C, o D, VIH (virus del SIDA),
tuberculosis, gastroenteritis infecciosas, VHS (virus del herpes simple), infecciones estafilocócicas ( producidas por Staphylococcus), estreptocócicas (producidas por Streptococcus), virus de la meningocócica (neisseria meningitidis), sarna (producida
por el ácaro sarcoptes), etc. Otro posible efecto de la exposición a contaminantes biológicos es el de sensibilización, en este caso, aparecen efectos alérgicos en los trabajadores expuestos.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Todos los centros sanitarios y hospitales deben disponer de procedimientos de trabajo y medidas técnicas que eviten o minimicen la liberación de agentes biológicos, y
reduzcan el número de personas expuestas a los mismos y tener en cuenta los grupos de riesgo como trabajadoras embarazadas o en periodo de lactancia.

Cada área hospitalaria debe cumplir con los requisitos de aislamiento necesario y disponer de la señalización correspondiente. Se dispondrá además de los medios de
esterilización y desinfección que sean necesarios en cada caso (lavabos, salas de ducha, etc.). tanto para personas como para instrumentales y superficies.

Las superficies y los equipos de trabajo se descontaminara por lo menos una vez al día y siempre que se produzca un derrame. Un procedimiento interno o protocolo especificará el modo de empleo de desinfectantes, así como la naturaleza y concentración de uso de los mismos.

Se recomienda a ser posible, el uso de equipo médico (jeringuillas, agujas hipodérmicas, sondas, tubos de drenaje, etc.) de un sólo uso. Las agujas y jeringas no
se encapsulan y se recogerán en recipientes adecuados que eviten pinchazos accidentales.

Sigue las normas de higiene personal básicas para evitar el riesgo a agentes biológicos:

  • Cubrir las heridas y lesiones con apósito impermeable al iniciar la actividad laboral.
  • No comer, beber ni guardar alimentos en salas de curas, laboratorios de diagnóstico y lugares similares. Está prohibido fumar y utilizar cosméticos en estos lugares.
  • El almacenamiento de alimentos se realizará en lugares adecuados lejos de potenciales focos de contaminación biológica.
  • Es imprescindible el lavado de manos y otras superficies que hayan estado en contacto con fluidos o muestras contaminadas, y siempre después de quitarse
    los guantes. En situaciones especiales se recomienda el uso de sustancias antimicrobianas. Tras el lavado de manos, las manos se secarán con toallas de papel desechables o corrientes de aire.

Al manipular sangre, fluidos biológicos, mucosas, heridas, muestras y otros objetos o superficies contaminadas, utiliza EPI’s con marcado CE así como ropa de trabajo, batas, delantales, etc. adecuados para su uso.

Con relación al uso de guantes de un solo uso:

  • Nunca toques con las manos enguantadas los ojos, nariz, mucosas o la piel.
  • No abandones el puesto de trabajo ni circules fuera de las zonas de riesgo con los guantes puestos.
  • Lávate las manos nada más quitarse los guantes.
  • Evita llevar anillos, brazaletes u otras joyas bajo los guantes para prevenir desgarros.
  • Evita el sobreuso de los guantes. Desecha los guantes para prevenir desgarros.

Debe disponerse de los equipos e instalaciones necesarias para evitar el contacto con la sangre y otros fluidos biológicos (bolsas de resucitación o equipos de ventilación asistida en salas de resucitación boca-boca, etc.). Cada centro sanitario deberá disponer de un Plan de Emergencia frente a exposiciones a Agentes Biológicos
adaptado a las circunstancias. Sigue las pautas de actuación marcadas al respecto.

El tratamiento y eliminación de los residuos se realizará de acuerdo con la normativa vigente y los procedimientos marcados por la empresa. Todos los desechos biológicos deben ser descontaminados antes de su eliminación. Para residuos de los tipos II y III,
esta política debe incluir, el uso de bolsas y recipientes de total estanqueidad, opacos a la vista, resistentes a la rotura y de volumen no superior a los 70 litros, etc.

Los residuos generados en un centro sanitario se clasifican en 4 tipos:

  • Residuos del tipo I: residuos sanitarios asimilables a residuos municipales (cartón, papel alimentos, residuos de pacientes no infecciosos, etc.)
  • Residuos del tipo II: residuos sanitarios no específicos (material de curas, ropa y material de un solo uso, contaminado con sangre, secreciones, etc.) no englobados en los de grupo III.
  • Residuos del tipo III: residuos sanitarios específicos o infecciosos (agujas y anatómicos no reconocibles, cultivos infecciosos, etc.).
  • Residuos del tipo IV: residuos tipificados en normativas específicas. Incluye residuos citostáticos, químicos, radiactivos y residuos anatómicos con entidad o reconocibles.

El transporte de estos residuos hacia el almacén se realizará cumpliendo los periodos de recogida y normas que eviten la rotura de las bolsas o recipientes de transporte. El almacenamiento se realizará en locales aislados bien ventilados, iluminados, señalizados y que permitan una fácil limpieza y desinfección.