El riesgo de exposición a radiaciones ionizantes depende del tiempo de exposición, la distancia entre la fuente y la persona o la materia interpuesta entre ambos. Puede
darse en diferentes áreas clínicas o centros sanitarios: áreas de radiodiagnóstico, áreas de radioterapia, áreas de medicina nuclear, plantas donde se encuentren pacientes tratados con elementos radioactivos, áreas de residuos radiactivos, salas de esterilización mediante rayos gamma etc.
Los efectos de las radiaciones ionizantes dependen de la dosis recibida y tiempo de exposición. Por encima de los valores establecidos de irradiación, pueden aparecer
alteraciones de la salud, que pueden ser agudas (altas dosis en poco tiempo) dermatitis, alteraciones digestivas, neurológicas o bien alteraciones a largo plazo (dosis no muy altas en largo tiempo), que pueden implicar alteraciones cromosómicas y genéticas.
Las medidas de radio protección se basan, en reducir al mínimo la dosis que pueda recibir el personal expuesto.
Deberán realizarse además, mediciones ambientales y un control dosimétrico individual en función del tipo de radiación y de la clasificación de la zona.
Respecto a la utilización de dosímetros, deben seguirse las siguientes recomendaciones:
La gestión de residuos radiactivos se realizará siguiendo la normativa legal establecida y los procedimientos de trabajo establecidos por la empresa responsable.
La instalación de rayos X dispondrá de las condiciones de seguridad exigibles legalmente (blindajes, controles de calidad, etc.). Así, por ejemplo, los equipos y
aparatos de radiodiagnóstico dispondrán en el generador de doble temporizador de seguridad, un sistema de presentación de las condiciones de funcionamiento que
impedirán la repetición no deseada de disparos.
En lo que se refiere a las instalaciones, la disposición de las salas dispondrá de zonas protegidas con las distancias necesarias. Las superficies de estructuras, instalaciones y lugares de trabajo deben ser lisas, exentas de poros y fisuras y que permitan su fácil
descontaminación. Deberán disponer además de detectores de contaminación en las salidas de las zonas controladas.
Si trabajas en salas de radiografía sigue, entre otras, las siguientes normas:
Cuando trabajes en salas de radioscopia sigue, entre otras, las siguientes normas:
Cuando trabajes con equipos móviles sigue, entre otras, las siguientes normas:
En salas de braquiterapia:
Señaliza con marcas y colores las fuentes radiactivas para facilitar su elección.
En salas de tele-terapia el equipo debe disponer de todos los sistemas de seguridad necesarios como, por ejemplo, dispositivos de enclavamiento que impidan el salto entre etapas, interruptor de puerta y de emergencia, monitor de radiación ambiental con alarma, limitadores de fugas, temporizadores de corte de la radiación, etc.
Con relación al contacto con pacientes sometidos a tratamientos de medicina nuclear:
Las zonas donde se manipulen en las fuentes radiactivas deben estar clasificadas y delimitadas conforme a lo indicado en la legislación vigente sobre protección sanitaria contra las radiaciones ionizantes.
La señalización informará de si se trata de zonas vigiladas (señales en gris) de acceso restringido, zonas controladas (señales en verde), zonas de permanencia limitada (señales en amarillo) o zonas de acceso prohibido (señales en rojo). Así mismo, la
señal informará de si se trata de riesgo de irradiación, contaminación o de ambos a la vez. Respeta la señalización en todos los casos.
Efectúa la manipulación de radionucleidos sobre bandejas recubiertas de material absorbente que evite la dispersión en caso de derrames accidentales.
Si se produce un derrame, recoge la cantidad derramada en papel absorbente y descontamina la superficie hasta niveles aceptables. Si no es posible, cubre la zona hasta su decaimiento o sustituye esa superficie, evitando, que la contaminación se extienda. Si el derrame es mayor, quítale la ropa contaminada y déjala en el lugar del suceso, impide el acceso a toda persona que sea ajena al plan de emergencia y acota el área , inicia lo antes posible los trabajos de descontaminación y no permitas el acceso al lugar hasta comprobar que se haya descontaminado y sobre todo comunica de inmediato el hecho a los organismos competentes.
Como prevención del riesgo de contaminación las técnicas más eficaces son el confinamiento y limpieza personal y de las instalaciones. Algunas de las recomendaciones en estos casos son:
Las instalaciones deberán estar dotadas (en función de la cantidad y características de los radioisótopos a manipular) de vitrinas de humos, cajas de guantes, equipos de descontaminación, recipientes para residuos radiactivos, vestuarios acondicionados, detectores de contaminación (de manos, pies y ropa), etc.
En los casos de contaminación externa sigue las siguientes recomendaciones. Quítate la ropa y lava la zona contaminada varias veces dando la prioridad a los orificios naturales, zonas de arrugas y uñas. Utiliza abundante agua, jabón neutro y un cepillo
blando. Evita el uso de disolventes.
Si la contaminación no está delimitada o es difusa, dúchate con agua tibia y jabón suave, procurando no sumergir los pies. En caso de persistir la contaminación utiliza lejía diluida en agua y permanganato potásico, cubriendo la piel finalmente con glicerina.
Utiliza para lavar cada parte afectada el producto o sustancia adecuado:
En los casos de contaminación interna ( a través de heridas, etc.) se recomienda medidas como la compresión venosa (en el caso de heridas), el lavado de boca o estómago, provocar el vómito, etc. En estos casos se requiere además la administración, por parte del médico de sustancias que bloquean la absorción intestinal y de los órganos críticos.