Este riesgo puede generarse en centros sanitarios y hospìtales al manipular
instrumental clínico y otros elementos cortantes o punzantes. Así por ejemplo, el uso
de material quirúrgico, y el uso de jeringas puede ser origen de accidentes por punción
durante las tareas de extracción, transvase o inyección.
Por otro lado, este riesgo puede darse también cuando se trabaja con material de
vidrio, cuya rotura provoca con una frecuencia cortes, o si el vidrio roto se tira en
lugares no adecuados ni señalizados.
Los daños que principalmente pueden darse son lesiones leves con heridas, cortes,
desgarros, etc., o bien, lesiones graves, menos frecuentes pero si posibles, con
pérdida o amputación de algún miembro (mano, dedos, etc).
Mantén el instrumental clínico o quirúrgico en un buen estado de limpieza,
esterilización y conservación siguiendo los protocolos establecidos.
Utiliza siempre el instrumental adecuado en las operaciones a realizar. Su uso debe ir
precedido de un entreno en su manejo y una revisión del correcto estado del mismo.
Transporta en fundas o estuches adecuados los instrumentos quirúrgicos punzantes o
cortantes, con tal de evitar el contacto accidental.
Recoge el instrumental clínico desechable en bateas (su se esterilizan) o en
contenedores rígidos (si no son reciclables) siguiendo los protocolos establecidos.
Está prohibido reencapsular, doblar, romper o quitar manualmente las agujas de las
jeringuillas tras su uso.
Deposita, después de su uso, las agujas y demás material punzante desechable en
contenedores plásticos expresamente diseñados para ello, etiquetados con la señal de
riesgo biológico, y resistentes a la perforación para su posterior incineración.