La salud laboral, la reducción de la siniestralidad laboral y la prevención de los riesgos derivados del trabajo, constituyen en los albores del siglo XXI cuestiones que, para el Gobierno de la Junta de Andalucía, deben ser prioritarias; prioridad ésta que está dispuesto a asumir en el ámbito de sus competencias. La política de la Junta de Andalucía en los próximos años atenderá, con carácter preferencial, los aspectos relacionados con la prevención de riesgos laborales y, en definitiva, con la seguridad y la salud en el trabajo.
Y esto debe ser así desde un punto de vista estrictamente ético y social. En lo ético porque los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales (concepto legal restringido) o, mejor, las enfermedades derivadas del trabajo (concepto globalizador) constituyen un drama personal y familiar que hay que atajar. Pero, también social porque los siniestros tienen una incidencia, no sólo en la sociedad laboral, sino, también, en la sociedad en su conjunto. Asimismo debe contemplarse desde diversos planos: desde un plano afectivo, en cuanto que los siniestros repercuten afectivamente en la sociedad y desde un plano económico. La repercusión económica de los siniestros no siempre se visualiza de forma evidente porque, por el momento, los distintos costes que se derivan de un siniestro pueden quedar “diluidos”, en la situación actual, de forma tal que ni la sociedad en general, ni la empresa en particular, es consciente de cómo el accidente de trabajo y la enfermedad profesional altera su cuenta de resultados.
Desde otra perspectiva, la siniestralidad laboral es una consecuencia inmediata de las condiciones técnicas de trabajo en las que se desarrolla la actividad laboral y, en definitiva, de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo en las que se lleva a cabo ésta. La prevención de riesgos laborales, según la definición preconizada por la extinta Norma UNE 81902:1996 EX.
Los Servicios de Prevención de Riesgo Laborales se constituyen como un instrumento fundamental de la acción preventiva. Estos, están definidos como el conjunto de medios humanos y materiales necesarios para realizar las actividades preventivas que garanticen la protección adecuada de la seguridad y la salud de los trabajadores, se convierten así en el eje central de la prevención de riesgos laborales. Las Unidades de Prevención propias en los Centros Asistenciales del Servicio Andaluz de Salud, serán las que se encarguen de promover la mejora de las condiciones de trabajo y obtener un nivel eficaz de protección de sus trabajadores con relación a los riesgos derivados del trabajo.
En el presente curso se expone aquella información básica sobre Riesgos Profesionales que como trabajador dentro del sector sanitario debes conocer, para poder actuar en consecuencia en materia de prevención de riesgos laborales.
En ese sentido, se incluye también información básica que te posibilita conocer el porqué de todo ello, que debes de hacer al respecto, y cuales son las recomendaciones generales que deberías tener en cuenta.
A lo largo del tema y a través de sus diferentes apartados (Accidente de Trabajo, Enfermedad Profesional y otros Riesgos: Fatiga), te presentamos una relación de los principales riesgos que aparecen con más asiduidad en tu oficio.
De cada uno de ellos, se expone:
Esperamos que el estudio de este curso te sea de gran utilidad.
Hay miles de vehículos viajando en nuestras rutas cada día. Aparte de ellos hay varios tipos de ambulancias respondiendo a cientos de miles de llamadas. En el conductor de Ambulancia recae una tremenda responsabilidad.
Las ambulancias están diseñados para llevar con seguridad el personal y el equipamiento a la escena de una emergencia y para transportar la preciosa carga humana necesitada de cuidado médico a un centro asistencial. Bajo condiciones de emergencia, el conductor debe asumir la responsabilidad, por la seguridad, y el manejo eficaz para llegar a su destino.
Alrededor del mundo, el valor de los programas de entrenamiento para Conductores de ambulancias ha sido largamente reconocido. Durante los últimos años los Programas de Conducción Segura de Ambulancias, han resultado evidentes como consecuencia de los choques en los que se encontraron involucrados. El resultado de
estos accidentes se ha traducido en serias lesiones, muertes y juicios entre los miembros de la comunidad, los propietarios de los servicios de emergencias tanto privadas como gubernamentales y los conductores de este tipo de vehículos, así
como también el enorme gasto en reparaciones de los vehículos siniestrados. Se han realizado serios intentos para identificar las causas de dichos choques y aislar las variables más comunes.
Algunos choques son producto de malas maniobras y falta de experiencia de los conductores de las ambulancias como también de los conductores de vehículos particulares. Las pobres condiciones de las rutas como para conducir en ellas ambulancias. De todas maneras, la gran esperanza para reducir el número de dichos accidentes parte de proporcionar al conductor de ambulancia los mejores conocimientos respecto de su vehículo así como de las responsabilidades que acompañan a la operación del mismo.
Las ambulancias son diseñados para una misión específica y las operaciones de emergencia generan stress tanto en el conductor como en el vehículo mismo. Algunos aspectos inherentes a la construcción del vehículo como el diseño, el estilo, las medidas, la potencia y la distribución del peso limitan los usos del mismo.
ALGUNOS OBJETIVOS A CONSIDERAR:
Conducir una ambulancia durante la respuesta a una emergencia es peligroso. La conducción efectiva bajo esas condiciones requiere de una persona madura que se encuentre alerta y haya adquirido hábitos de conducción segura. Para ayudar a ilustrar sobre el tipo de responsabilidad, que tiene un conductor cuando maneja, se debe pensar que el conductor es la prioridad número uno. Porque si tiene un accidente, todos tendrán un accidente. Sin el conductor, nadie podrá ser ayudado.
Como conductor de vehículos de emergencia debe estar bien informado acerca de las leyes y las exigencias legales bajo las que deberá operar el vehículo y hacerse responsable por ello.
Antes los servicios de ambulancia eran casi inmunes a las acciones legales. Hoy en día, los conductores pueden ser castigados por cometer acciones negligentes y descuidadas.
Cuando suena la alarma y el conductor es despachado a una emergencia, una serie de ideas corren rápido por su mente. Cuando se aproxime a la ambulancia, revise ambos costados y compruebe que los compartimentos se encuentren cerrados. El uso
de los cinturones de seguridad tanto para el conductor como para los acompañantes, la ruta que deberá pensar para llegar a su objetivo, en forma segura y rápida, el uso de los sistemas de radiocomunicación, son situaciones que debe manejar en cosa de
minutos. Sumado a esto, el uso de balizas y sirena, lo cual le da cierta inmunidad entre comillas, respecto a los demás conductores que conducirán junto a él en las transitadas calles. Hará que la capacidad de concentración se vea disminuida si no tiene un método sistemático y seguro de responder a una emergencia.
Hay que enfatizar en este punto la importancia de la utilización de los Cinturones de Seguridad por parte del conductor y equipo médico , como así también por parte de los
ocupantes ocasionales de la ambulancia.
Hay muchos mitos circulando acerca de los supuestos beneficios y supuestos peligros de la utilización de los cinturones de seguridad. Lo que no podemos refutar son los hechos: los cinturones de seguridad salvan vidas y reducen daños. Por otra parte mantiene al conductor detrás del volante permitiéndole mantener el control ante una eventual maniobra evasiva o por si hay una colisión.
Hoy en día se recomienda la capacitación como una herramienta de productividad y de desarrollo empresarial que no se pone en duda, la formación de un conductor de vehículo de emergencia como corresponde, puede evitar pérdidas de vidas humanas y patrimoniales importantes.